MANU SÁNCHEZ
14.04.2023
La última pirueta del sempiterno supremacismo catalán es una jugada maestra, una vez demostrada su incompetencia, parecen decididos a conseguir que seamos nosotros los que queramos independizarnos de ellos. ¡Vaya genialidad! Y ya era hora después de tan malísima racha. Nunca un supremacismo tuvo un envejecer más ridículo, ni cimientos más endebles. Ha nacido el “Supremacismo Madonna”, y es que siguen pensando inexplicablemente que son los de los 90. “Like a Virgin”, inconscientes de que desde fuera llevan ya demasiado tiempo dando cosita y que tras tanta operación fallida ya no los reconoce ni la seva mare. La superiora, o superiorísima, aquella beatísima y catalanísima Marta Ferrusola que exigía nombres arios para el President, ¡inadmisible un andaluz!, mejor su honorabilísimo del 3%, que escribía que “El andaluz es un hombre anárquico, destruido, poco hecho, que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual” y no crean que afirmaciones así les hicieron perder el honor, ni los votos, el honor no se lo quitaron hasta que no los trincaron metiendo la mano en la pela. ¡Será por tópicos!
¡Y chorprecha! Supremacistas diciendo que el supremacismo no existe, de los creadores de machistas diciendo que el machismo tampoco, homófobos contándote que tienen un amigo gay y racistas asegurando que ahora todo es racismo. ¡Si será por tragar! Y la pregunta es… ¿ese supremacismo de dónde les viene? Si hasta en lo de hacer política se ha demostrado que llevaban mucho tiempo jugando a la democracia con los árbitros comprados.
La penúltima polémica no va de hacer humor, el humor que lo haga cada cual con lo que le dé la gana, sepa y pueda. La penúltima polémica va de hacer política. Y otra vez usan el truco de hacerlo en Semana Santa o con el Rocío, para de nuevo aprovechar la complejidad de las aristas identitarias, emocionales y culturales de la cuestión en la pagana, popular, politeísta y contradictoria Andalucía para parecer que esto va de dos bandos claros: el de los modernísimos catalanes que defienden el humor y la libertad de expresión y los irracionales y ultracatólicos andaluces que defienden a la Virgen. ¡Qué antigüedad!
Ese tramposo retrato de Españistán, caricaturizada en su estereotipada idea de mi tierra que necesitan para sentirse superiores por llevar ya desde hace demasiados años poniéndose las corbatas del mismo color que las camisas. Pues lo siento, lo andaluz está de moda. Y la marca catalana la estáis destrozando a pasos agigantados. Muy al pesar de personas como yo, republicano y federalista que tenía la esperanza de que una Cataluña fuerte, conscientey diversa supiese aprovechar su peso como líder contra el centralismo. ¡Pero no! Se os está quedando todo en un sainete cada vez más pequeñito y ridículo de disfraz de cartón pluma y provocar para existir. ¡Será por tópicos! Seguir relacionando a los míos y nuestras costumbres con épocas pasadas y atrasadas es comprarle el juego al franquismo que nos robó nuestras señas de identidad, esas que nunca han dejado de ser nuestras. Como tuyas tus sardanas, tus castellets, tu catalán y tu hermosa historia, esa que quisieron prohibirte y consiguieron en parte comprarte, ¡qué suerte!, a nosotros nos la robó el nacionalismo español sin darnos nada a cambio. Tu independentismo de soltar al vecino pobre como quien suelta lastre, no solo es supremacista, es vergonzantemente clasista, aporofóbico, muy muy de derechas (te disfraces de lo que te disfraces) y sobre todo es mentira hasta el punto de la vergüenza ajena. No termino de entender aún este ¡Viva el Brexit manque pierdas! Y venga “¡Make Catalunya Great Again!”, “muro con el vecino” y “la culpa es de los de fuera”, que es para pensar si Donald Trump, Le Pen y Meloni no son de la mismísima Pedralbes, Diagonal y Poblenou.
Venimos del “España ens roba” (y sospecho que no acusan a Bilbao ni Pamplona), “La Cataluña productiva que mantiene a la España subsidiada” (como se enteren en la SEAT), Artur Más y su “allí hablan castellano, pero no se les entiende” (demostrando que Más no es mejor), Oriol Junqueras hablando de diferencias y purezas genéticas (manda cuyons, que ya hay que tener mal ojo pa elegir Mengele), Puigcercós y su “en Andalucía no paga impuestos ni Deu” (algo fácilmente rebatible, porque de ser así, estaría Andalucía llena de catalanes). ¡Si será por tópicos! Nebrera riéndose del acento “de chiste” de una Ministra andaluza (que para la diversidad lingüística identitaria y cultural también debemos sabernos de segunda, que siempre hubo clases y los clasistas están para recordárnoslo), y por supuesto Duran i Lleida, aquel líder siempre bien valorado que desde una opulenta suite afirmó que “el problema de los payeses catalanes eran los jornaleros andaluces que cobraban el Per y se pasaban el día en el bar”… alimentando por enésima vez este inexplicable sentimiento de superioridad y soberbia plañidera paradójica a través de la intrincada figura del “Catalán Rico de Schrödinger”: que no se sabe bien si es lo suficientemente más rico que tú como para tratarte con suficiencia, altanería y desprecio o lo suficientemente pobre por tu culpa como para tratarte con suficiencia, altanería y desprecio. Ni lo vamos a saber, porque dicen que para terminar el experimento hay que abrir la caja. ¡Si será por tópicos!
Eterna historia de echar a pelear a los pobres catalanes contra los andaluces pobres. Y viceversa. Que supongo que de ahí vendrá un poquito todo, ¿no? De cuando miles de andaluces y andaluzas tuvieron que migrar a Cataluña, la mayoría sin formación ni recursos sabiéndose mano de obra barata y trabajadores sin más opción que dejar su hogar para encontrar su casa. Perfectos esclavos de su pobreza probando fortuna en la tierra de mayor tradición esclavista de toda España. Tiene sentido. ¡Si será por tópicos! ¡Si será por abuelos y armarios! ¿De dónde viene ese supremacismo? ¿De verdad de sentirse superior a aquellos andaluces que llegaron y para colmo ya no pueden ser más tuyos? ¿Todavía? ¿Hasta cuándo?
Y sobre el penúltimo sketch (parecen no cansarse nunca). La indignación debe ser absoluta e inmediata ante un ataque tan flagrante sobre la quintaesencia del ser andaluz. (Sigan leyendo los que no anden muy hábiles en la detección del sarcasmo) No hablo del mal gusto, las referencias zafias sexuales innecesarias, la falta de información o de miramientos (ahí cada uno que asuma la calidad de su trabajo y su relación con el malaje). Y es que mezclar la Semana Santa y el Rocío, con imposibles anacronismos inverosímiles como el canto de saetas cofrades a la Patrona de Almonte en su Romería, no solo demuestra que “la ignorancia profunda es profundamente atrevida”, Pérez Orozco dixit, sino que seguro responde a un maquiavélico plan urdido para provocar un desastre inaceptable, ya que haciendo coincidir Semana Santa y Rocío en el calendario, su cruel atentado consistiría en eliminar lo que hay en medio: ¡QUIEREN DEJARNOS SIN FERIA!
¡Y por ahí sí que no! ¡Mírala cara a cara! ¡¿CAL?! Se puede poner la Moreneta en cruz, que si allí es Sagrada la Familia más Sagrada es aquí la Primavera. Que mientras que no hay manera de terminar allí ni la fachada de la primera, desde 1882 se han construido y desmontado aquí 141 Ferias de Sevilla con sus portadas enteras. ¡Será por topicazos! Y es que se entiende que son metodologías constructivas diferentes y mientras algunos andamos locos por derribar estereotipos, otros echan el tiempo, el esfuerzo y el dinero en levantar muros y fronteras. Pero si queréis jugar a los estereotipos, a los estereotipos jugamos. Pero eso sí, el supremacismo pa quien se lo trabaje. Que si esto va de tratarnos de catalanísimas maneras, toca recordar que el impacto económico de solo la Feria de Sevilla es de 900 millones de euros, frente por ejemplo a los 350 millones del Mobile World Congress importantísimo de Barcelona. Y es que parece más rentable la alegría que la telefonía. Pero cada uno… a vender de lo que tenga. Y esa alegría por aquí, quien quiera que nos la compre, incluso se la regalamos si fuese necesario, pero robárnosla, no deberíamos dejar que nos la robase nadie. Que ahora los andaluces no lloran, los andaluces facturan…
Y el humor hacedlo de lo que queráis, faltaría más, a Noé vais a venir a hablarle de agua. Aquí llevamos siglos haciendo humor con todo, CON TODO, en carnaval y sin carnaval, en obras de teatro, cine, novelas, ensayos, montajes, sketches, tele, radio, canciones, memes, miradas y hasta silencios… con Cristos, Vírgenes, desgracias, Santos, Papas, dictadores, Reyes, y hasta de políticos que nos desprecian y menosprecian… y lo vais a flipar… hasta con la Virgen del Rocío. Pero pa to hay que valer. Y saber. Venir a Andalucía a dar lecciones de humor y libertad está entre la inconsciencia y el “mitúquélástimalascriaturas”, y conste que como sigáis así seréis excomulgados por el Gran Libi. La libertad de expresión es el sacrosanto, intocable e inalienable derecho que todo el mundo tenemos a quedar como un perfecto gilipollas. Y hay quien no deja pasar la oportunidad de aprovecharlo. El humor nunca debe ser ni atenuante ni agravante, es libertad de expresión con vocación de trapecista, pero las piruetas a veces salen y a veces acaban autolesionándote. El humor cada uno lo practica como buenamente puede, y el sarcasmo, y la ironía, incluso la inteligencia. Por ello es mundialmente conocida la gracia catalana, a la que se le dedican paseos y hasta un barrio entero… con su buena Virgen, por supuesto. Y no me cuenten que hay otro sketch con La Moreneta, que en ese está cuidado el guion para que salgan mal parados los abusadores de menores de aquel Monasterio y ahí, en ese humor valiente contra el poderoso y la injusticia, estaremos siempre de acuerdo. Y, por favor, ahórrense las lecciones de libertades, que si queréis os mando no menos de un millón de comentarios poco amables y libres de encantadores y abiertos catalanes hacia mi persona por expresar líneas como esta. Se ve que por escrito sí se me entiende. Y yo encantado. Que esto no va de no ofender sino de ofender a quien se quiere y además de tener la valentía de esperar y asumir al ofendido y sus consecuencias. Que esto no va de hacer humor, esto va de cuando a través del humor, la televisión pública y los medios, también se hace política. Y la hacemos. Igual que negocio, que cuando la creatividad catalana persigue alguna Operación Triunfo, la presenta un sevillano, la gana una de Granada y queda segundo el de Almería. El humor no tiene límites, pero los humoristas sí. Igual que el Universo es infinito y se expande pero no hemos pasado de la Luna. La carpintería tampoco tiene límites y eso no hace buenos, infalibles y sin límites a todos los carpinteros. Habemus carpinteros, astronautas y humoristas malos y limitados. Que pareciese ahora todo Cristo infalible en el humor, siempre y en todo lugar. Si tiene sus límites hasta la Virgen del Rocío, que está hasta el mismísimo coto… porque le están secando Doñana.
Pocas cosas hay más paganas, politeístas, culturales y populares que la religiosidad de Andalucía. Pero qué pereza seguir explicándonos, argumentándonos, justificándonos, pidiendo perdón por ser como somos, permiso por nuestras complejidades, matizando, apuntillando… ¡¡qué pereza, nen!! El que quiera conocernos tendrá siempre nuestras puertas abiertas, nuestra bandera y nuestros símbolos serán siempre puente, jamás frontera. Nuestro nacionalismo es universal antes que andaluz y nuestras embajadas de una sutileza tan inexplicable como una Peña Bética en Nueva York, la estampita de tu Cristo que tu madre puso en la maleta con la que te has ido de Erasmus, encontrar gazpacho en Beirut o conocer a un orgulloso rociero de la Hermandad filial del Rocío de la mismísima Australia.
No estamos enfadados, pero nos da coraje, y quizás eso en Andalucía deberíamos empezar a mirárnoslo. Esa necesidad de enamorar, de gustar, de epatar, de impresionar, de acoger e integrar se nos vuelve en contra cuando nos vemos despreciados, y se nos convierte en el más amargo de los tragos. El dolor del rechazo ante la expectativa del enamoramiento dado por hecho. Una asignatura pendiente de una Andalucía bien acostumbrada a ser irresistible y mal acostumbrada a buscar la aprobación del señorito ahora en las veces de turista, viajero o exótico visitante. Esclava de Stendhal y adicta al orgasmo.
Ver que al de fuera le dan igual nuestras cosas y no les merece ningún respeto, nos debería dar absolutamente igual. Y conste que en esta terapia, está servidor el primero por apuntarse. Y sobre lo de responder que “esperemos sentados”, ahí es donde empieza a escocer el problema… llevamos demasiado tiempo obedientes y callados. Ahora nos toca hablar, ahora nos tenéis que escuchar, ahora nos tendréis que rebatir. Ahora si queréis mirarnos por encima del hombro tendréis que saber si seréis capaces de estar a semejante altura. Porque ante aquellos que nos quieren sentados… ANDALUCES, LEVANTAOS.
¡Y VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO! ¡MADONNA DE LAS MARISMAS!